lunes, 31 de mayo de 2010

Leña del árbol caido


Al fin encontré un lugar en el cielo,
Una pradera larga, casi infinita;
Disfrute de esa brisa cálida.
Era tan bello, casi perfecto.

Encontré un árbol gigantesco,
Que me brindó sombra,
En el que conseguí refugio.
Me sentí seguro, como cuando estaba a tu lado.

Me quede dormido en la sombra
Y cuando desperté, algo había cambiado.
Sin aviso alguno.
Solo señales indecisas y abstractas.

Sin querer encontré ironía donde no había,
Aire caliente de una brisa fresca.
Mi libertad ya no era pura.
Y mis sentimientos, intactos como mi locura.

Busqué respuesta a la única persona que sabía,
Entendí, que el silencio es más frio que el hielo.
Siempre estuve seguro de lo que sentí
Y mi libertad, queda como un recuerdo para ti-