lunes, 12 de enero de 2009

aquel primer día


Ayer recordé el primer día, el primer día en el que te vi, ese en el que no causaste ninguna impresión en mí. Solo la de ser alguien mas quien llegaba a conocer, recordé que a mediada que pasaba el tiempo te veías mas grande, distinta por fuera, cambiaba tu manera de hablar, tu forma de poderte expresar. Era inevitable es parte de la vida el cambiar. Te escuche, te ayude, te saque una sonrisa, algo que de por si es difícil de hacer, al igual que hacerte llorar, aunque nunca fue mi intención hacerlo, pero igual lo hice.

Recuerdo ese primer día en el que no nos importo nada, en el que te veías muy bien sin nada de vergüenza. Aquel día en el que cambiaste el color de tus ojos, el tono de voz y la expresión de tu cara, aquel día en el que hiciste que cambiara mi manera de ver, mi manera de pensar. Ese día te deje de subes timar, deje de creerme mejor que alguien mas, deje de creer que era peor que los demás. Claro, descubrí que de verdad tenias potencial, que tenias algo que no había visto en los demás y que aun no lo he podido descifrar. Solía jugar, solía disfrutar esos momentos.

Aquel primer día en el sentí que tus labios me decían algo y que no pude escucharlo, ese día me digne en tomar tu rostro con mis manos y mis labios en los tuyos. Pero algo paso, sucedió que me había enamorado, recordé quien eras, como eras, recordé que todos los primeros días del mes, llegabas y luego te ibas, recordé que no eras un milagro, que nunca me dijiste tu nombre, el cual no tarde al inventarlo. Me sentí mejor que todos, pero no con esos aires de grandeza de verme superior que los demás. Recordé que no hubo sensación alguna como la del primer día que tome tu mano, que pasamos hablando, en el que descubrí que en realidad habías cambiado el color de tus ojos y cambiaste todo lo demás, por ser lo que eres ahora, que te habías retado a ti misma para ver hasta donde eras capaz de llegar.

Ese fue el primer día en el que descubrí que era mejor que yo, peor que yo… pero solo una duda te surgió, ¿fue verdad o ficción?

Lo ultimo que recuerdo, es que rogaste, rogaste tanto que pediste perdón por querer haberme utilizado y allí descubriste que todo este tiempo fui yo quien te había creado, quien te había dado un cuerpo, una mente, hasta un imperio… no me arrepiento, fui yo quien te cree… ahora solo despierto pensando que siempre haz sido un sueño, porque eso es lo que siempre has sido un sueño. El mejor sueño que he tenido.

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